EUROPA
PRESS
14 julio
2022
Francia
alerta de los peligros de las inyecciones de ácido hialurónico realizadas por
personas no autorizadas
La Agencia Nacional de Seguridad del
Medicamento y Productos Sanitarios francesa (ANSM, en sus siglas en francés) ha
alertado de que en lo que va de año ha recibido unos cuarenta informes de
reacciones adversas después de inyecciones de ácido hialurónico (para llenar
arrugas o cambiar el volumen corporal), realizadas por personas no autorizadas.
Estos efectos adversos, que pueden llegar hasta infecciones
graves o necrosis de la piel, están relacionados principalmente con prácticas
irregulares, como el incumplimiento de las condiciones de higiene o la
inyección mal realizada. "Estas prácticas llevadas a cabo por no médicos
son peligrosas y están prohibidas: alertamos a las personas que desean beneficiarse de este tipo de inyecciones sobre sus peligros
y recordamos que solo los médicos pueden realizarlas", ha denunciado la
ANSM.
Los ácidos hialurónicos inyectables con fines estéticos son
absorbibles durante un periodo de tiempo más o menos largo, dependiendo de su
naturaleza y concentración, si bien su uso está regulado y reservado a los
médicos ya que están formados en la anatomía de la cara y el cuerpo, así como
en los efectos y riesgos involucrados, y la trazabilidad del producto inyectado
(tipo, marca, número de lote).
Las reacciones adversas a corto plazo más comunes,
relacionadas con el uso indebido de estos productos, son la infección local del
área donde se inyectó el producto, que puede generalizarse (septicemia) si la
infección localizada no se controla rápidamente; y la contaminación viral
(incluido el VIH) o bacteriana si se comparte el equipo utilizado.
Si la inyección del producto se lleva a cabo en un vaso sanguíneo,
se puede producir necrosis que puede provocar la amputación de tejidos si el
producto se inyecta en un vaso sanguíneo, y pérdida de la vista (ceguera) si es
un vaso que riega el ojo. A largo plazo, los riesgos son la mala posición del
producto inyectado debido a su migración e inflamación de los tejidos
inyectados.
Solo los médicos saben y cuentan con los medios (antídoto)
para controlar los efectos secundarios inmediatos, como una alergia al producto
inyectado (shock anafiláctico), necrosis/isquemia (vasos sanguíneos
obstruidos), el tratamiento médico adecuado (antibiótico, antiinflamatorio o
hialuronidasa) y el seguimiento.
Además, dominan las normas de higiene relacionadas con los
actos de cuidado, pero también las de los residuos quirúrgicos (por ejemplo, la
jeringa sucia) que evitan el riesgo de contaminación por el VIH o las
enfermedades transmisibles por hepatitis C. Asimismo, la agencia reguladora francesa ha destacado la
necesidad de que las personas que deseen utilizar productos inyectables de
relleno de arrugas consulten con su médico estético si necesitan aclaraciones o
información adicional sobre este tema.
En España recientemente el juzgado de lo penal de Barcelona
ha reconocido que personal no médico no puede realizar tratamientos de medicina
estética. De hecho, ha dictado sentencia condenatoria a 16 meses de prisión por
un delito de intrusismo, salud pública y lesiones en Cataluña.